lunes, 25 de marzo de 2013

Salir de la calle es posible


 Siempre he pensado que las personas sin hogar nos demuestran nuestro gran fracaso: estamos anestesiados hacia los más desfavorecidos. Porque las injusticias lejanas o las que no vemos cada día pueden resonar de vez en cuando según la sensibilidad de cada uno, pero los sintecho están cada día en las aceras de nuestras ciudades.

 Sin embargo, hay un grupo que sí cree en las segundas oportunidades, y en las terceras, las cuartas… Son los miembros de la Asociación Bokatas con sede en la parroquia de los Sagrados Corazones de Madrid, junto al Bernabéu. Estos jóvenes dedican las noches de los lunes y los jueves a entablar conversación con personas sin hogar con la ‘excusa’ de repartir unos bocadillos y caldo caliente.

 Precisamente el día que me invitaron a su reunión mensual, un abogado nonagenario alegaba en la Audiencia Provincial de Madrid que “los mendigos no son humanos” defendiendo a unos neonazis que dejaron en coma a un sintecho en 2009. Está claro que este señor nunca se ha sentado a hablar con una persona que vive en una acera y nadie le ha explicado que mientras una persona normal sufre tres o cuatro sucesos traumáticos en su vida, ellos sufren siete u ocho encadenados.

Gráfico de la EAPN (European Anti Poverty Network)


 La labor de Bokatas SSCC (también están en la universidad de Comillas, la parroquia de San Juan Bautista y en Pamplona) no acaba en las rutas nocturnas. Los voluntarios les acompañan a realizar trámites administrativos o al médico; organizan torneos de fútbol; celebran cenas especiales de Navidad y hacen seguimiento exhaustivo de los casos con más posibilidades de salir de la calle.

 Gestiones que para nosotros son tan sencillas como pedir cita al médico y desplazarnos a la consulta o renovar el DNI puede suponer un mundo para ellos. “Suelen esperar hasta que no puedan aguantar más del dolor para pedir ver a un médico, lo cual agrava sus dolencias” explica una voluntaria. “No es un trago agradable para ellos, cuando yo he acompañado a alguno, los pacientes con los que compartimos sala de espera miran muy mal”.

 Recuerdan también el caso de una mujer que estaba en la calle de forma transitoria por haber sido desahuciada. Tenía un hijo de 23 años con una discapacidad intelectual y ambos debían renovarse el DNI. El mero hecho de afrontar las tasas -10,40€ cada uno- sumado a las fotos de carnet le descuadraba el presupuesto del mes para poder comer. La Asociación decidió pagárselo y les acompañó a la comisaría. Y es que sólo pagan cosas de este tipo de forma puntual y tras acordarlo entre todos.


 Cada año los voluntarios de Bokatas participan en el recuento de personas sin hogar de Madrid que reúne el máximo de datos posible sobre los sintecho. Participan unos 900 voluntarios y cuando se publican los datos, el Ayuntamiento comparece sobre la situación. En la última reunión, Ana Botella declaró su compromisoque “en cinco años no haya nadie en las calles de Madrid”. La audiencia presente no daba crédito: “Yo creí que no lo había oído bien, tuve que preguntar si de verdad había dicho eso”, confiesa una de las voluntarias.

 Salir de la calle es muy difícil pero algunos lo consiguen. Es el caso de Juan (nombre ficticio), un joven español de 26 años que dormía en el aeropuerto de Barajas y sufría un problema de alcoholismo. A las 6AM se levantaba y daba vueltas por Madrid hasta que conoció Bokatas y empezó a pedir ayuda. Gracias a su esfuerzo y la ayuda de los voluntarios y la psicóloga social del proyecto, lleva desde diciembre sin beber. Con su RMI (Renta Mínima de Inserción) ha podido alquilar una habitación y está buscando trabajo.

 Por cada historia de éxito hay muchas más de fracasos y recaídas, pero en Bokatas no se rinden y siguen agachándose a hablar y compartir la vida en las aceras de Madrid.


 Para más información: www.bokatas.org Y el sábado 6 de abril celebran una fiesta benéfica, 
¡qué mejor forma de conocer el proyecto!

¡Bienvenidos!


 ¡Empezamos a andar en ‘Vida en los bordes’! Esta iniciativa surge de unir dos pasiones: escribir y seguir los caminos de personas que no han tenido tanta suerte como yo. En los últimos años, he ido conociendo multitud de proyectos que con mucho esfuerzo consiguen transformar realidades. Detrás de estas organizaciones hay gente que se complica la vida por mejorar situaciones difíciles, injustas, vulnerables. Y hay personas cuya historia se ha ido complicando y que con mayor o menor suerte van cogiendo las oportunidades que les brindan. 

 Esto no pretende ser más que una ventana para asomarse a estos mundos, tan cercanos y tan invisibles, ¿te atreves a mirar?